La Pedagogía Waldorf es un sistema singular y genuino de educación del niño que se practica en todo el mundo a través del mayor movimiento de escuelas e instituciones privadas (más de 2000 en todos los continentes) siendo un sistema reconocido y avalado por la UNESCO como un sistema educativo positivo para la humanidad y para el niño – joven particularmente, al dar la respuesta adecuada desde el ámbito educativo a los grandes problemas sociales como la intolerancia y crea ámbitos vivenciales para aprender el respeto a los derechos fundamentales humanos y de la naturaleza.

En lo concreto la Pedagogía Waldorf guía al niño hacia un desarrollo que le permite llegar a ser un hombre libre en el sentido de ser dueño de su voluntad y acción, seguro y capaz de decidir y percibir en forma sensible su mundo interior y el mundo que lo rodea.

Un objetivo básico de la Iniciativa Waldorf consiste en alcanzar una armonía entre las actividades intelectuales, artísticas y prácticas para así llegar a un desarrollo más integro: creatividad, Sensibilidad y voluntad. En este sentido, no existe una presión de maduración excesiva y rápida, por que el niño es capaz de vivenciar con plenitud experiencias importantes y únicas para su edad.

Entendiendo el papel fundamental que el ritmo juega en todos los procesos vitales, en la pedagogía Waldorf se cuida muy especialmente la disposición rítmica de los contenidos y el trabajo con el niño y joven. Como conclusión el niño-joven evolucionan de forma armoniosa impidiéndose el desarrollo unilateral del aspecto intelectual, encontrando así la justa relación entre su individualidad y el mundo.

Por último esta pedagogía posee profundas raíces humanísticas que generan la creación y desarrollo de profundos valores éticos y estéticos.

Seres encantados con el mundo natural y amigos de la expresión del Ser a través del arte. Gran capacidad de asombro; extraordinarios observadores del devenir de sus niños-jóvenes. Así mismo, Seres humanos comprometidos en un proceso de auto-formación.

Seres creativos, gozosos y libres.

Extraordinarios discípulos de la existencia. Viven en el asombro, en la pregunta; seres que observan, que son sensibles, que aman la naturaleza y se nutren a través de sus sentidos, y su legítima inteligencia de los grandiosos regalos que nos hace el tiempo sagrado: El presente

Se practican cotidianamente actividades artísticas y trabajos manuales con un sentido práctico y bello. Así, en la bella repetición de juegos, pequeños oficios y manualidades, hacemos posible la fortificación de la VOLUNTAD del niño: se desarrollan habilidades dormidas que acercan en sus imágenes, al niño al conocimiento directo del mundo y sus contenidos.

Durante estos años (del primero al octavo grado), se imparten todos los conocimientos básicos sobre el lenguaje, las matemáticas y geometría, las ciencias sociales y naturales y asimismo se llevan a cabo todas las actividades que cultivan la imaginación (recitado de poesía, dibujo, pintura, teatro, música).

En esta etapa, los jóvenes están en la búsqueda de LO VERDADERO por ello se ejercita el pensamiento autónomo y la comprensión de los hechos reales hacia problemas de carácter histórico, científico o artístico.

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